martes, 14 de junio de 2011

La vaquera de la blue guitar

No era country star
era una cualquiera
tocando en aceras
con su blue guitar

Pasaron otoños
cayeron las hojas
nacieron retoños
de trigos y sojas.
No la vi brillar
buscó carretera
aquella vaquera
de la blue guitar.

Sobre un escenario
de luz y sonido
sobrio vestuario
vaqueros ceñidos
la escuché cantar
que apenas creyera
que fuese vaquera
de la blue guitar.

Como ayer la rosa
canta en primavera
en verso o en prosa
hoy a su manera
todo un recitar
de historias sinceras
de aquella vaquera
de la blue guitar.

De tanto escuchar
su voz melodiosa                                  
me hice preguntar      
y aclarar las cosas           
Y dije: “sin gritar        
(por saber quien era),
¿será la vaquera         
de la blue guitar?     

Y como escuchando
su canción decía:
"yo me fui cantando
de aceras tan frías
y poder triunfar.
No fue una quimera
siendo la vaquera
de la blue guitar..."

¿Conocéis el poema "la vaquera de la Finojosa" del Marqués de Santillana?
Pues me ha venido al pelo para adaptarlo para otra vaquera de apellido Hinojosa y de nombre Tish que llena con su música, como tantas y tantos otros vaqueros, mis tiempos muertos.


miércoles, 1 de junio de 2011

Aroma de pino


No des ideas borbón, no des ideas borbón, que más de uno añadiría a ese pino a una señora pe. No a la señora de Bardem, no, que seguro que con ella subida encima de tu tripa también te morirías, de gusto; sino la pe que añadida al pino resulta un estimulante pepino. Y si es asesino, y de origen alemán, (los españoles sólo alivian la flora intestinal) cuidadín, en tu tripa no quedaría ni rastro, se la habría comido toda esa escherichia coli carnívora tan necesitada como anda ahora por Alemania.
Pobres periodistas, decir que te quieren matar de un plumazo. Pero si ya no escriben con pluma, ni tampoco con rigor, es cierto, ahí te apoyo, que es más cierto que todavía no hueles a cadáver, pero bueno, dales tú titulares a los periodistas con lo del pino, que sí, que luego escribirán que no hueles a cadáver,no, pero que lo disimulas muy bien con un pino en la tripa, con uno de esos ambientadores verdes con forma de pino para colgar. Si ya lo vas tú diciendo a grito pelado por ahí, ¿por qué no te callas?, que mejora la salud. Pero qué quieres que te diga, campechano, yo te veo más jodido que un maricón yéndose por el ano después de hartarse de pepino teutón.