
Antes de continuar leyendo poned mucha atención a la imagen que acompaña a este post, a la larga sombra que proyecta el mango del mazo, y comprenderéis por donde van los tiros. Eso es madera de pe..pino. Ahora seguid leyendo.
Desconozco si todas aquellas mujeres, entre las que incluyo a la madrina de mi criatura por su conocido interés por el producto nacional bruto, portadoras del virus de la hospitalidad vaginal, acogieron alguna vez entre sus extremidades inferiores la famosa y reputada máquina del sexo de Nacho Vidal o si por el contrario siguen esperando feliz acontecimiento. Yo desinteresadamente me ofrezco voluntario a darles la satisfacción, si lo desean, de conocer los innumerables rumores, acusaciones y habladurías hacia su persona en los medios de comunicación rosa después de su retirada del cine X y su fugaz paso por las ondas radiofónicas. Una muy curiosa la escuché recientemente una noche de sábado teatral en la representación de la enésima adaptación libre del Don Juan Tenorio y cuyos protagonistas principales se enzarzaban en un corto diálogo que pude copiar en mi mente y que pego en este post.
-¿Sabe buen hombre de Dios que han denunciado al Vidal?
-Ay rediós, y... ¿quiénes son ellos? ¿de qué acusan al chaval?
-Los del gremio. Competencia desleal.
-¿Qué competen, qué compiten, esas gentes del dial?
-No son ellos los que acusan, son los otros, el gremio de cerrajeros.
-¡No me diga! ¿Sin pedir su autoridad, ha reventado un cajero?
-!No es verdad! ¿no dirá, que Vidal es un ratero?
-No lo digo, y retirado lo tengo, pero si no es por dinero,
¿qué quieren del gran Vidal esos ruines majaderos?
-Ay mi don Juan mi don Juan qué poco sabe de la vida de Don Nacho.
-¡Lo que cuenta por la radio, que se las da de buen macho!
-Por eso mismo don Juan, por eso mismo, la querella en los despachos.
-Pues cuente usted doña Inés qué quieren de ese muchacho,
que se entere servidor y parte del populacho.
-Por mi madre se lo cuento, si por la suya me jura
que al final de lo contado, como el gallo y la gallina, haremos la galladura.
-Por la que me parió le juro, que como esos animales, lo haremos de mil posturas,
pero cuente de una vez el final de esta aventura.
-Presume Nacho Vidal que la llave de su fama es de extrema envergadura,
que señoras de buen ver le prestan sus cerraduras,
amén de seguridad y un buen trabajo de altura,
sin contrato temporal y sin hacerles factura.
¡Por eso los cerrajeros han ido a magistratura!
-Rediós que bien se lo monta...¡y las dejará contentas!
-Doña Inés...Sabiendo lo que usted sabe... sabiendo lo que me cuenta
de Don Nacho y su afamada herramienta...
¿no ha tenido nunca ganas de prácticas tan fraudulentas?
-Mi don Juan, mi don Juan, sabe Dios , sabe vos, que la suya me contenta.
Post cerrado. Se levanta la pasión.
3 comentarios:
Desde luego, jamás he estado con Cacho Vidal; si yo hubiera acudido a ese juico le hubiera echado una hubiera condena, de esas que no se cumplen en ninguna trena, más bien lo amarraría a mi cabecero con una bendita cadena.
No creo que ninguna Doña Inés diga que no a un Cacho Vidal por muy bueno que sea el fondo (de pensiones) del Don Juan. O es que yo soy muy polaca, o es que hay mujeres a las que no les gusta bailar la sandunga.
Por cierto, ¿es buena entonces la madera de pe-pino es que quiero hacerme un escritorio y...?
Si el escrotorio lo quieres con dos buenos cajones a cada lado y una amplia corredera central siempre a mano, es la ideal. Fiable, resistente y duradera la madera de pepino, y no como la de Eli Kea, mi vecino sueco, a base de aglomerados artificiales, que en cuanto se humedece, plop, se desinfla. No dudes en hacerte con ella. Y como eres de las que goza atada, incluso a la bayeta, el buen polvo no va a faltarte porque no sabes lo que atrae tan buena materia prima.
jajajajaja que bien te lo montas
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