Quedamos en los urinarios públicos de la Gran Vía madrileña. Educadamente, después de orinar nos dimos las manos; y seguidamente, nos las lavamos.
-Señor Arturo, ¿prefiere que le llame así o señor Reverte?
-Prefiero que me llamen después de las doce del mediodía, antes estoy sumido en mi nueva cama libro llenando sábanas en blanco.
-Perdone, pero su vida despierta tanto interés que por despertarse por los demás un par de horitas antes no creo que le suponga ninguna molestia. De todas formas le pido disculpas nuevamente.
-Olvídese, adelante, ¿para qué medio me dijo que trabajaba?
-Para nadie en particular, vendo mis entrevistas al mejor postor. Soy autómata.
-Autónomo
-¿Cómo?
-Autómata es una persona excesivamente débil que se deja dirigir por otra y autónomo es quien trabaja por cuenta propia.
-Vaya, gracias por la apreciación, ni que fuese usted miembro de la Real Academia de la Lengua Española.
-Autónomo ignorante
-¿Decía?
-Oh, nada, tosía.
-Dígame señor Arturo, ¿qué es España para usted?
-¿España? Una puta rodeada de hombres por todas partes menos por una, Chueca, que sólo hay maricones.
-Si España es una puta para usted, ¿con que anatomía-autonomía de su cuerpo se quedaría?
-Como por el sur Andajoía la cosa, me elijo lo del norte, Tetilla y Pezón.
Después de pasarme un buen rato apoyando las sienes sobre la alcachofa pensando sobre el asunto anatómico, el señor Arturo me dijo:
-Chaval, no le des más vueltas al asunto, con el coño español no se pueden hacer chistes autonómicos ni embarazos independentistas. Tendrás que salir de España e irte por ejemplo a Argentina, al coño sur.
-Dígame señor Arturo, si España es una puta, ¿qué es una puta?
-Lo más parecido a Italia, pero sin tacón de aguja.
-Teme que las putas le pidan explicaciones por las comparaciones.
-Me temo que sí, y 50 euros por el servicio.
-¿Y quedarían satisfechas? Por las explicaciones, digo.
-Por supuesto. Por ámbas cosas.
-Cambiemos de tema. Antes de la entrevista me pidió no hablar de política. ¿Teme que con mis habilidades periodísticas logre sacarle a quién votó en las anteriores elecciones generales?
-Creído hijo de puta y periodista gilipollas malcomido, no quiero hablar de política porque llevo unos días de terapia en la asociación Insultadores Anónimos y no quiero recaer, ¿mentiendes, cabrón?
-Vaya, todo se pega, ¿escribiría un libro sobre Belén Esteban?
-¡Nunca!
-¿Por qué?
-En mis novelas, mis personajes sólo acuden al grito desesperado de un "sálvame", con su espada, sus puños, su honor, su cuerpo.... a luchar por seguir viviendo o a morir si es preciso. Belén sólo iría a forrarse de dinero.
-Se jacta Sanchez Dragó en su último libro de trajinarse a dos japonesas menores de edad, 13 años, hace 43 años y lleva ya tres días seguidos desmintiéndolo de mil maneras diferentes ¿pedófilo o mentiroso?
-Mire, Sanchez Nabokok es gilipollas. Se las trajinó el negro. Pero claro, después de tantos desmentidos nada convincentes a ver quien le cree ahora si dice que recurrió a un negro para escribir el libro. Que cargue ahora con el marrón.
-Como el alcalde de Valladolid.
-Otro que tal baila. No sé que ve en los morros de Pajín que no haya en los de la Vega o Cospedal. Tienen todos las mismas formas apesebradas de trincar a todas horas del erario público. Para morros los de Carmen de Mairena, esos sí que son únicos y me hacen pensar siempre lo mismo. Que son feos de cojones ¿Sabe lo que le digo? las primeras declaraciones son las que valen, las que cuentan ¿Yo me he retractado de llamarle mierda a Moratinos? Cobardes fascistas
-Las primeras declaraciones son las que valen. El primer beso...el primer amor....¿recuerda su primer insulto?
-Tuve tantos como amores, pero sí, recuerdo que llamé a Roldán honrado.
-Pero eso es no es un insulto, es un halago.
-Te equivocas chaval, eso es insultar la inteligencia de un cabrón de chorizo.
-Han desaparecido recientemente personajes ilustres de la vida nacional española como Labordeta, Marcelino Camacho, el pulpo Paul... me gustaría que opinara del epitafio que libremente he elaborado y que pondría en su tumba el día que usted nos deje.
-Adelante...
Entonces saco mi chuletita de papel y se la enseño. La reproduzco aquí para que la veais:

-¿Qué le parece la lápida?¿le gusta?
-Me gusta un huevo.
-¿De verdad? ¿Y las flores también?
-Las flores me encantan un huevo.
-¿Y el poema? ¿Lo siente suyo?
-Lo siento un huevo.
-Perdone, Arturo, ¿por qué a todas sus respuestas le pone un huevo? ¿Será de la emoción lapidaria y se está volviendo gallina y no es capaz de contestar como usted sabe?
-A todo le pongo un huevo porque con los tuyos no serán suficientes para hacer contigo tortilla de periodista, ¡poeta de alcantarilla!