
Granada espectacular, me fascinó. No quedó un rincón sin fotografiar. Hemos quedado para el domingo en el txoko de Andoni para tomar algo e intercambiar las tarjetas de memoria. Venecia, Madeira, Granada y las que traigan de Cuba. Habrá fotos para dar, tomar, ver y añadir a los albumes de recuerdos. Hablando de recuerdos, ¿recuerdas a Cuca, la perrita yorkshire que compraron los alemanes del chalet de piedra junto al lavadero? En realidad se la compraron para su hijo pequeño Frank. Una promesa que le hicieron cuando se repondría de la operación de amígdalas que padeció. Ya sabes, caprichos de niño unidos al de unos padres que se lo toleran todo. Pues ha estado toda la mañana a mi lado. La verdad que siempre ha estado conmigo más que con sus propios amos y no es de extrañar. Pues según se comenta en el pueblo, este verano cargaron el monovolumen hasta el moño de cosas y se fueron a Málaga. Cuca iba con ellos, muy a pesar de los padres de Frank, que querían dejarla al cuidado de algún vecino. Pero el lloriqueo y pataleo que agarraron los niños fue más que suficiente para convencerles. Como sabes, Cuca siempre ha estado en libertad; jamás había realizado un viaje en coche, y dicen que no pudo resistirse a vomitar, que el monovolumen quedó hecho un cisco con el consiguiente cabreo y bronca mayúscula de los teutones, que lo cuidaban más que a sus propios niños. Que hartos de perra, en un instante que los niños dormían, optaron por parar el coche y abandonarla en mitad de la carretera buscando cualquier excusa para engañar a los niños cuando despertasen. Imagino la mirada de felicidad y alegría de Cuca hacia sus amos cuando se abrieron las puertas del coche. Imagino esa alegría transformándose de repente en una mirada perdida y triste cuando se volvieron a cerrar y el coche se ponía en marcha sin ella. Avanzaría cientos de metros tras el coche intentándole dar alcance en vano. Imagino a esos dueños, echando la vista a los retrovisores comentando entre ellos que si no la atropellaba nadie, y con un poco de suerte, llegaría al pueblo más cercano y alguien se haría cargo de ella. Como te digo, ha estado toda la mañana tras de mí. Cuca tuvo suerte, y regresó. Ellos no volverán. En ese punto de la carretera donde fallecieron quizá alguien se encargue de llevarles flores. Perdóname que estas rosas no sean tan espectaculares y preciosas como las que te traje en primavera pero es que el verano está siendo muy seco y caluroso."
Lamentablemente nuevas flores "crecerán" en lugares inverosímiles como guardarraíles, vallas, postes , troncos de árboles, cunetas.... al finalizar el verano, y se marchitarán al lado de la muerte. En nuestras manos, y pies, está que cada vez mueran menos flores en esos lugares.
3 comentarios:
Me dejas sin palabras...
Ciertamente, me ponen enferma las personas que tienen una mascota como quien tiene un juguete; creo que no se dan cuenta que tener a tu cargo una vida es una responsabilidad.
Estarás alucinando viendo que por una vez me pongo de parte de una perra, pero estoy cambiando Jon y cada vez echo más de menos que alguien a cuatro patas mueva la colita a mi lado...
Acabo de leer tu comentario del post anterior, no tenía ni la más remota idea que el vaquero de la foto de antes eras tú!
Vaya cómo se las gasta Jon.. que no avisa ni ná.
Si una vida humana, en muchos casos, sólo vale un carajo, imagínate la de un animal.
¿Y ese cambio? ¿Influencias psicopolacas paranormales relacionadas con el calentamiento global?
Y mira que le diste vueltas a la foto....pues debajo del cuello de la camisa estaba mi nombre escrito. Supongo que habrás hecho una captura con la Impr Pant Pet Sis para el álbum de tu colección de comentaristas.
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