
La mierda, ese cero a la izquierda de la cerda, se hacina, en las esquinas, a lo largo, a lo ancho, de las calles de la Villa. Colillas rubio Fortuna, mala vacuna para el cancer de la hambruna, pitillos, cigarrillos de Ducados, mal apagados, medio fumados, a un lado y a otro lado, mil chicles masticados en el suelo olvidados, obra de maleducados. Botellines de refrescos, qué frescos, qué pillines, los chicos y chicas del botellón camino de la estación. Reguero, abrevadero, vertedero de botellas, sumidero de pis de ellos y de ellas, bolsitas, bolsones, condones y envoltorios del último jolgorio, pasen y vean, beben, disfrutan y mean. Cochino mundo mundo cochino, no hay hijo de vecino que ensucie más profundo. Yo tiro, tú tiras, nosotros tiramos es el verbo constante, pasión, sinrazón del ensuciante, que tira y patea y no se crea, que luego se cabrea cuando pisa un zurullo de algún perro que no es el suyo. Cinismo puro y duro, incivismo maduro, a consecuencia, de la nula incotinencia, de defecar, que no es pecar ni ser un santo, por Dios, no pido tanto, en las santas papeleras que no están de jornaleras al sol mirando y bien cobrando que son gratuitas, de baquelita y policromo. ¿Cómo, cómo? No está bien que lo repita pero hay un tipo con pajarita que solicita información. Sibarita preguntón la información se la dejo bien escrita, policromo y baquelita y son gratuitas y no le quitan como la Hacienda a uno la guita. Basura, paisaje antinatura a la vista se acumula y pulula una mosca, dos moscas, tres moscas... y los moscos, no haciendo ascos en plato llano a la comida copiosa de incultura, menú, gurú de cerdos, y de Carrasco, que chupan del frasco y tiran el casco. Mil añicos, mil pedazos de cristales pequeñicos por el suelo, consuelo de faquires, ires y devenires andando y los vidrios esquivando.
El consistorio consistorial, regala momentos de rap con la barredora municipal. Tracción total, seis velocidades cambio secuencial, vive momentos de rap con la barredora municipal. Cepillos circulares posición frontal, arsenal de limpieza solución letal, comparte momentos de rap con la barredora municipal.
Bella diosa de la limpieza desde las ruedas a cualquier pieza, como a los dioses de aquél Olimpo el mundo adora ver todo limpio. Dále cera a las aceras y a las calles postrimeras, diosa fértil barredera que no nazca un desperdicio es el pago de tu oficio, sacrificio y buen servicio convenido en tu alto precio, ándate con pies de plomo maquinón de tomo y lomo. ¿Cómo, cómo? ¡Otra vez! que chochez, señor interrogación se está volviendo plastón. Por si acaso, no es el caso, no me irrite el marcapaso, pero deje libre el paso a la barredora municipal y al estreno y desenfreno de su historial limpiante con la Doro al volante si no quiere que le pase por delante y le saque todo el lustre a su chaqueta de ante. Dorotea Cervera, último eslabón de la clase obrera, peluca rojo caoba, ex artista de la escoba, como pelotas a Kournikova le doy más coba, le doy más coba, barrendera infatigable, afable, agradable, insobornable, responsable, a la vista más rentable porque trabaja reconfortada, sin causar baja de enfermedad por agacharse a recoger la suciedad. Pon cepillos a la obra, de potencia vas de sobra mi Karcher multimaniobra. Que la unión hace la fuerza y la berza un cocido resultón, Karcher lideresa europea y Dorotea de la aldea montañesa, matrimonio convenido, convencido, consistorio decidido en las nuevas ordenanzas a multar a sinvergüenzas. Un poco de mano dura para mucho caradura que arroja sin miramiento a la vía todo tipo de excremento, le venga mal o no tenga de venirle el buen momento y sus manos no contengan por más tiempo el excremento, vaya caras de cemento.
El consistorio consistorial, regala momentos de rap con la barredora municipal. Tracción total, seis velocidades cambio secuencial, vive momentos de rap con la barredora municipal. Cepillos circulares posición frontal, arsenal de limpieza solución letal, comparte momentos de rap con la barredora municipal. Y Dorotea, su alter ego esencial.