El inseminador de Irún

Acabo de enterarme. Después de salir de mi aislamiento televisivo durante dos días por la nieve en mi igloo, conecto para ponerme al día ¿y que me encuentro? Arturo, expulsado de Gran Hermano. Arturo, la esperanza vasca para llevarse el maletín cargado de billetes fue elegido por la audienca española para abandonar la casa. He recopilado recortes de prensa, he echado un vistazo a videos youtube, todo cuanto he podido, para llegar a una conclusión: España no quiere terroristas vascos en Gran Hermano. Me explico: parece ser que Arturo, (que como a todo terrorista que se desprecie le pusieron ya de entrada el apodo de "inseminador de Irún", o "donde pongo el ojo, fecundo") llevaba adosada a su cintura una potente bomba explosiva cargada de un par de kilos de no sé que mezcla y que muchas noches la colocaba en los bajos de muchas de sus compañeras de concurso. Sin embargo nadie hasta su expulsión ha muerto de gusto pese a oirse comentarios como "hace daño, duele, pero me gusta, sigue", si bien es cierto que la onda expansiva iba acompañada de eructos, pedos y demás exabruptos que a punto estuvieron en volverse en su contra en forma de agresión individual por una de sus víctimas. Testimonios gráficos y sonoros demuestran que actuaba por su cuenta y riesgo haciendo un seguimiento explícito de pies a cabeza a cada una de sus víctimas sin necesidad de procurarse un comando de apoyo. Eso sí, siempre avisaba a sus víctimas antes de actuar: "lavaos el chichi, que voy a elegir a una para copular"
Desde quien gobierna Gran Hermano, la ministra Milalcaba ya tomaba posiciones totalmente partidistas y hacía campaña contra él y alertaba a la población de los malos modos de actuar del terrorista del tiro en la ñuca y España cayó en la trampa. Una oleada de SMS en su contra acabó con su detención y expulsión por la vía rápida.
Tras la expulsión y su inminente presencia en los calabozos de la Comisaría Mayor, un familiar del terrorista llegado al plató con todos los gastos pagados procedentes de los fondos reservados del programa, le advirtió de que iba a ser víctima de maltrato verbal por parte de Milalcaba. Sin embargo ésta no fue tan dura con él, lo más gracioso que llegó a escuchar fue que había hecho con las mujeres lo que las mujeres de hoy en día no están dispuestas a que un hombre les haga. Como dijo una especialista criminal(anda que no reparte ceratita la tía) en temas televisivos, la Ministra debía de hablar por ella y su partido porque visto lo visto muchas estarían dispuestas, aunque les duela el material explosivo del vasco y, lo más importante, decirlo.
¿Y qué hago yo ahora sin ver al vasco televisivo más universal despues de la llegada del PSE a la ETB de Euskadi? En fin, siempre me quedará La Cuadrilla...