
No te encadenes
a caminar tras su alargada sombra
a despertar y rebuscar entre el rocío la gotas de sus besos en la sequedad del tiempo
a encontrar resquicios de su piel sobre las sábanas
a mirar bajo el fondo del mar sus promesas incumplidas
No te encadenes
a vivir un invierno sin el calor de las sonrisas
a perder siempre en el juego de la alegría
a respirar el aroma del fantasma de su ausencia
a componer canciones vanas y estribillos sordos
No te encadenes
a noches frías y sueños soñados
No te encadenes
sé libre fuera de quién te encerró en la tristeza
No te encadenes
si se fue y te dejó las cadenas de su ausencia como única compañía.
a caminar tras su alargada sombra
a despertar y rebuscar entre el rocío la gotas de sus besos en la sequedad del tiempo
a encontrar resquicios de su piel sobre las sábanas
a mirar bajo el fondo del mar sus promesas incumplidas
No te encadenes
a vivir un invierno sin el calor de las sonrisas
a perder siempre en el juego de la alegría
a respirar el aroma del fantasma de su ausencia
a componer canciones vanas y estribillos sordos
No te encadenes
a noches frías y sueños soñados
No te encadenes
sé libre fuera de quién te encerró en la tristeza
No te encadenes
si se fue y te dejó las cadenas de su ausencia como única compañía.
A N I M O
1 comentario:
Parece que lo que has escrito fuera el perfecto resumen de lo que se ha convertido mi vida en unos pocos días... Esas sábanas, esos besos, y son tantas las promesas incumplidas...
Gracias por acordarte de quien esté triste, aunque mi guerra esté perdida su frente sigue abierto.
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